Queridas familias,

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Hace casi 18 años que nuestros padres nos adentraron en el camino de la fe, queriendo que recibiésemos el Espíritu Santo mediante el Bautizo. Más adelante, pero todavía bajo el umbral de la infancia, nos guiaron hacia la primera Comunión, hito que nos permitió conocer más de cerca la figura de Jesús y establecer una relación más personal con él. Hoy, no obstante, os reunimos aquí porque queremos haceros partícipes de que somos nosotros quienes elegimos libremente seguir en este camino. Decimos convencidos que SÍ al Sacramento de la Confirmación.

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Hace un año y medio que nos reunimos semanalmente para preparar la renovación del día de hoy. Hemos estudiado de cerca los Evangelios y hemos reflexionado sobre cómo éstos tienen que ver con nuestras propias vidas. Por otro lado, las charlas nos han hecho despertar la sensibilidad por los pequeños detalles externos que a menudo ignoramos y a no quedarnos indiferentes frente lo que nos pasa. Además, hemos descubierto la importancia de la oración personal gracias a los retiros espirituales entre los que destacamos el silencio y la plegaria de la semana en Taizé.

 

Agraïm el seguiment dels nostres catequistes i acompanyants durant tot aquest procés. Més enllà de grans teologies, han volgut transmetre’ns les seves experipències de fe i hem après com Jesús actua a través de les persones.

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Agraïm també les petites comunitats que hem creat en els nostres grups reduïts. Compartir vivències interiors amb els nostres companys ha resultat de gran ajuda en el procés de maduresa de la nostra fe. Sentir-nos escoltats sense judicis de valor ha estat clau per guanyar confiança entre nosaltres.

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Estem convençuts que volem donar aquest pas perquè ens sentim atrets pel Jesús de l’Evangeli que hem descobert durant aquest temps. I ens comprometem que la confirmació sigui el punt de partida d’una nova manera d’enfocar la nostra vida. 

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Gràcies por ser aquí presents amb tots nosaltres!